EnRedad@s
- LaPava
- 5 feb 2021
- 3 Min. de lectura
¡Hola a tod@s!
Hoy os vengo a compartir una reflexión que escribí hace un tiempo en una de mis libretas que por aquel entonces de vez en cuando usaba para escribir cositas como la que traigo hoy que es cuando finalmente va a ver la luz. Al contrario que nosotros ahora... En fin. Allá va.
Es evidente cómo han transformado nuestras vidas las Redes Sociales y el uso diario que les damos. Podríamos llamarlas también "Escaparates virtuales". Y yo me pregunto, ¿Qué nos está pasando? ¿A dónde ha ido a parar nuestra intimidad? ¿Y nuestros modales de escuchar a la persona con la que hemos quedado para vernos y ponernos al día? Ya el cara a cara, ha pasado a un segundo plano.

Ilustración: Daniel García
Viendo el antes y el después de estas acaparadoras de energía, recuerdo cuando se salía antes con los amigos y nos hacíamos mil fotos en una cámara con el único propósito de pasarlo bien. ¿Y ahora? Ahora a cada paso que damos, necesitamos una foto. Da igual si es de fiesta o no. Estemos donde estemos, incluso en casa se nos ha creado la necesidad de publicar cada movimiento. En este caso ya el propósito no es pasarlo bien, si no el hacer ver a todos que lo estamos pasando bien. ¿Realmente es tan importante es ese momento cuando se emplea parte de ese tiempo en coger el móvil y publicar lo que te está pasando? ¿Se disfruta de verdad?
Lo que se ha acabado llamando "Postureo" ha venido para quedarse. Desayuno listo, y foto. El café y la tostada se quedan fríos pero no importa porque lo importante es que la foto quede lo más perfecta posible y publicarla en el momento para tener 1M de likes y ser popular. Y así con el resto del día. ¿Habrá momento más bonito que disfrutar de un buen desayuno el día que por fin tienes para descansar y desconectar? Al menos para mí, es complicado si por tu cabeza ronda a cuánta gente le va a importar lo que has desayunado...
No voy a entrar en lo que está bien o mal publicar. Por supuesto que cada uno publica lo que quiere y cuando quiere. Pero es evidente que se nos han creado en nuestra cabeza necesidades "irreales" que llevan a inseguridad y falta de autoestima. ¿Compartes una foto porque te gusta o para gustar? Hazte esa pregunta. Si lo que tienes son tres "megustas" y te sigue encantando la foto y sintiéndote bien contigo mismo entonces definitivamente te quieres y esto no te afecta. Genial. Puedes seguir con tu vida tan plácidamente. Sin embargo, si no era el número que esperabas, si a pesar de refrescar la página no hay interacciones y te sientes frustrado o marginado. Houston, tenemos un problema. Párate a pensar y reflexiona de dónde viene esa necesidad de gustarle a la gente. Antes pregúntate: "¿me gusto yo?".

Ilustración: Marco Melgrati
El "like" mas importante siempre va a ser el nuestro propio. De ahí, vendrá todo lo demás.
Espero que os haya gustado esta pequeñita reflexión. La verdad que de este tema se puede ampliar muchísimo más. Por eso si alguien se anima a dejar algún comentario y abrir un debate sano estoy encantada de leeros. También podéis comentar en mi cuenta de instagram @cuentopavablog . Al igual que también si os ha gustado podéis dadle a Me Gusta o Compartir en vuestros perfiles (solo si queréis), hablarlo entre vosotros peeero siempre y cuando no estéis pasando el rato con alguien importante de vuestras vidas. En ese caso disfrutad del momento y dejadme a mí para luego :)
Este post no sería lo mismo sin las ilustraciones tan realistas de Daniel García y Marco Melgrati así que no os perdáis sus respectivas obras y entrad en sus perfiles de instagram para ver sus maravillas tan inspiradoras.
Y seguiría contándoos más y más como El Cuento de la Pava que nunca se acaba pero... no os quiero aburrir.
Buen finde.
La Pava
Comments